La caducidad de la ITV del coche durante el periodo vacacional suele coger desprevenidos a los conductores.
La normativa prohíbe implícitamente retrasar la ITV y establece una multa de 200 euros -sin detracción de puntos- por conducir un vehículo sin la inspección en regla. Sin embargo, el texto normativo sí contempla la posibilidad de realizar el control hasta 30 días antes sin perder días de caducidad para la próxima inspección.
Un conductor al que la inspección de su coche le caduque el 30 de julio y que en esa fecha va a estar lejos de casa, puede pasarla desde el 1 de julio y seguirá estando en vigor hasta el 30 de julio del año que le corresponda. Para ello tendrá que pedir cita previa para unos días antes de irse con el coche y hacerlo con cierta antelación, ya que el resultado de la revisión es desfavorable o negativo deberá solucionar las deficiencias observadas por los inspectores y presentarse de nuevo para superar la prueba.
También existe la posibilidad de salir con el coche antes de que caduque la ITV y pasar la revisión cuando toque en cualquier otra provincia o comunidad autónoma, con independencia de la que esté matriculado el vehículo. En este caso tampoco hay que olvidar pedir cita con un tiempo de margen respecto a la fecha de regreso a casa
